Nadie espera un bosque de tipo húmedo en el sur. El Castañar de Aldeire, como otros repartidos por la Provincia de Granada, son joyas botánicas que crean entornos más propios del norte; y que lucen en toda su belleza con el Otoño cuando los frutos maduros caen, y las hojas han cambiado el color por ocres y amarillos intensos.
Son bosques de galería asociados a cursos de agua, ya sean riachuelos o acequias, que transforman el entorno en un escenario de cuento. Y que no serían posibles sin la mano del hombre: no son arboledas autóctonas ni espontáneas. La silvicultura, el tiempo y el agua se unieron y tras cientos de años, la edad de muchos de los castaños conservados, han llegado hasta nosotros como espacios secretos y frágiles.
Visitarlos y conocerlos es un placer, y conservarlos y respetarlos una obligación.

Paisajes del norte en el sur.
El Castañar de Aldeire y el tiempo: historia de un bosque.
El castaño en toda la Península Ibérica, va asociado a la mano del hombre. Aunque no es cierto que fuera una especie introducida por los romanos (se conocen muestras de polen fósiles que demuestran que es un árbol autóctono), parece que el cultivo y expansión por todo el territorio de este árbol se produjo en ese periodo.
Esta zona de Granada fue una de las más romanizadas, al ser paso entre los puertos de Levante y las importantísimas explotaciones mineras de la zona de Linares; además de enclave comercial y estratégico, es una región minera ella misma ( hoy en día siguen en explotación las minas de Alquife), con abundantes restos de poblaciones, campamentos, fortificaciones y antiguas minas. Y como bien demuestra el importante y próspero estatus que consiguió la población principal: Iulia Gemella Acci, la actual Guadix, que se piensa fue fundada por el propio Julio César en el 62 a.C.
El valor de una arboleda singular.
Por lo tanto no sería extraño que la creación de estos bosques de cultivo de castaños, presentes en corrientes de agua de las laderas mineras de Sierra Nevada, se debiera a los romanos. Codiciados por sus frutos y excelente madera, su explotación continuó en el tiempo y de hecho, algunos ejemplares conservados o restos de inmensos tocones de ejemplares que quedan, podrían tener 500 años.
Muchos más numerosos son los árboles de entre 400 y 200 años de antigüedad que todavía perduran. Lo que da doble valor a este Castañar de Aldeire y motivo por el que merece toda nuestro respeto: no sólo es una arboleda frágil (necesita de ese entorno húmedo para sobrevivir); además ha llegado hasta nosotros tras más de mil años, quizás 2.000.
Lo que disfrutamos es una joya y una herencia que debe ser respetada, porque es de todos nosotros. Y por ello está catalogada como Arboleda Singular de Andalucía y cuenta con la protección de su inclusión en el Parque Natural de Sierra Nevada.
La ruta del Castañar de Aldeire.
Cómo llegar.
La ruta comienza y acaba en Aldeire, un pequeño pueblo de la Comarca del Marquesado, cerca de Guadix (Granada). Por la A92 Norte que discurre entre Granada y Murcia, se debe tomar la salida de La Calahorra (cuyo castillo os recomiendo visitar 100%) y una vez allí, seguir las indicaciones hacia Aldeire.
Si nos ceñimos estrictamente al castañar, se trata de una senda no circular que sale y acaba en Aldeire siguiendo el curso del Río Benéjar. Está bien señalizada siguiendo las indicaciones del área recreativa de La Rosandra, a la que se puede llegar en automóvil. Pero por supuesto recomiendo olvidarse del coche y comenzar a andar desde el pueblo.
Pero se puede hacer circular la ruta y ampliar los escasos 8 km. de camino de nivel fácil, como os contaré más adelante. En este caso os recomiendo comenzar por el camino que decidáis para ampliar la ruta, y hacer el retorno por el castañar porque es lo más bonito.
La ruta sencilla: Aldeire, La Rosandra y castañar.
Los ejemplares de nogales más antiguos están más cerca del pueblo y junto al cauce, aunque la carretera asfaltada quita bastante encanto al trayecto. También hay numerosas propiedades particulares cercadas, así que no os desaniméis por la apariencia urbanizada de los primeros kilómetros.
Siempre se puede dejar el camino y con algo de precaución, acercarse a asombrarse con el tamaño de los troncos de algunos de los ejemplares que se adivinan entre la vegetación.
Ver ruta en Wikiloc.

No os quedéis en La Rosandra. Lo bueno empieza más allá.
La Rosandra.
Es un área recreativa con parking, barbacoas, mesas y hasta columpios para los niños. Está bien si vais con la idea de hacer una barbacoa o arroz, comer con familia y amigos y dejar a los niños jugando tranquilamente.
Pero hasta aquí es lo menos interesante y lo menos bonito del camino, y desde luego ejercicio habréis hecho poco jeje. Lo bueno empieza del área recreativa en adelante.
El castañar.
Siguiendo el camino llegaréis a un pequeño puente colgante sobre el río. A partir de ahí es donde realmente el castañar se convierte en bosque de galería, conviviendo con serbales y álamos.
Hay varios cambios de nivel suaves que se salvan con pequeñas cascadas y presas en el cauce del río. Y en Otoño, cuando tomé las fotografías del artículo, la belleza de este bosque es maravillosa. Uno se siente transportado durante unos miles de metros a Pirineos o Euskadi, con un escenario que nada tiene que ver con el bosque de galería mediterráneo habitual en esta tierra (como pasa también en el Bosque Encantado del Camarate).
Desde El Horcajo, una zona donde se produce la junta de varios arroyos, podemos ir subiendo en busca de la pista forestal siguiendo las indicaciones de sendero. Merece la pena subir, excepto si vais con niños pequeños o personas con movilidad reducida, y cruzar la pista para continuar el cauce durante unos 100 o 200 metros. Hay rincones más escondidos que parecen de cuento de hadas.
Haciendo la ruta circular.
Si os gusta el senderismo la ruta sencilla os va a saber a poco. Por eso os comenté de completarla con senderos alternativos que hagan el trayecto circular, alargando el camino y metiendo desnivel. También os repito el consejo de hacer primero la ampliación, ya que el paisaje no es tan bonito, para acabar bajando a Aldeire por el castañar.
Según lo que decidáis podéis aumentar de los 8 km. iniciales a 12, 20 o más, pues uno puede complicarse la vida todo lo que le apetezca en Sierra Nevada. Las ampliaciones más usuales son:
El Castañar de Aldeire por las ruinas de La Caba: no es una ruta recomendable para verano a no ser que la hagáis muy temprano, pues hasta llegar al Castañar los parajes son bastante secos y de solana. Sale del mismo Aldeire siguiendo las indicaciones del Castillo de La Caba, las ruinas de un castillo califal del S. XI y reforzado en época nazarí.
Apenas quedan dos torreones en pie y restos de muros, así como el aljibe. Pero es una opción interesante que añade una parte arqueológica al sendero, y con excelentes vistas sobre el llano del Cenete. Ver en wikiloc.
El Castañar de Aldeire por los barrancos: saliendo desde el pueblo y buscando el barrio de Triana, podemos alejarnos siempre a mano derecha buscando alguno de los arroyos que bajan y remontando el cauce campo a través. Debéis subir siempre buscando la pista forestal.
Obviamente es más duro y hay que tener algo de experiencia y llevar un sistema gps o mapa sin necesidad de conexión, porque en los barrancos no suele haber cobertura. Tampoco es recomendable si sois un grupo numeroso: las riberas son ecosistemas delicados y muy frágiles.

Perderse tiene sus recompensas...
Otros puntos de interés.
Cerca de la parte alta del castañar hay un sendero que comunica Ferreira con Aldeire y el Puerto de la Ragua, así como parte de la Senda Sulayr que da la vuelta a toda Sierra Nevada.
También es muy interesante seguir la pista forestal y ver las repoblaciones que se efectuaron en esta zona media de Sierra Nevada, con una gran variedad de árboles, algunas de ellas formando grupos singulares como las secuoyas. Si no me equivoco creí identificar además pinos negros, pinos de Balsaín, de Oregon, cedros del Altas, del Líbano y japonés, melojos, serbales, abetos, encinas, acacias…
Una variedad sorprendente que afortunadamente vino a naturalizar las masivas repoblaciones con pino piñonero y/o resinero de décadas anteriores.

Bosques de la cara norte de Sierra Nevada.
Sé que no hace falta animaros a hacer esta ruta, el senderismo está de moda (puedes consultar todas las entradas de Granadino Errante sobre senderismo) y la belleza de este bosque anima por sí sola. Pero recordad siempre el ser responsables y respetuosos: no dejéis nada en el camino, guardad la basura y papeles hasta que veáis un punto de recogida o contenedor, no arranquéis plantas ni seáis avariciosos en la recogida de castañas (son semillas para el bosque y alimento para los animales).
Si ha sobrevivido más de mil años, es nuestra obligación que el precioso Castañar de Aldeire siga vivo mucho más.
Es importante también mencionar que los castaños tiene cada uno su dueño. Y que si se va a pasear y se quiere coger castañas, se cojan las castañas del suelo. Nunca varear los almendros o tirarles piedras para que caigan los erizos.
Hola.
Pues llevas toda la razón, siempre hablo de que se tenga el máximo respeto por los lugares, y por supuesto por los árboles y plantas. Cuando pueda haré una revisión e incluiré tus buenas advertencias.
¡Gracias!